viernes, 18 de julio de 2014

El Fútbol, nuevo opio del pueblo

Tras un mes de Fútbol, literalmente de “patadas y mordidas” se termina el primer Mundial de América conquistado por un país europeo, solamente pasarán cuatro años para comenzar otra historia mundialista más. ¿Qué hay, tras este mundo futbolero? Detrás de las risotadas de aquellos que buscaron gloria y se quedaron con ella, detrás de las lágrimas de aquellos que solamente recibieron premios de consuelo ¿Qué es lo que quedará, después de este mundo futbolero?
Que es lo que hay, tras esta danza de ilusiones, que es lo que quedará, después de este despertar de sueños; tras la caída aparatosa de unos endiosados, gigantes del Fútbol, tras la lucha apretada de unos soñadores, pequeños guerreros, que demostraron no estar solamente para recibir migajas de una opulenta FIFA.
Que quedará después de este desfile de decepciones, que hay tras esta cortina cubriendo escándalos de amaños. Mundial histórico, no solamente por naturaleza, sino por sus records conseguidos. Que es lo que quedará después, de caer este velo negro y el efecto del Opio germine.
¡Terminó el Mundial! Saqueos, vandalismos y protestas, una simbiosis del verdadero monstro estructural. La avaricia humana de algunos “Reyes” que hacen de esta droga la mejor forma de dormir al “plebeyo” que sediento de justicia, paz y buenaventura, hacen de este opio una cura. Es el calzado de los pueblos ante la impotencia social, una efímera respuesta en busca de felicidad, enajenación del soñador, desequilibrio del luchador, atajo en una gloriosa realidad utópica, resaca omisa de los que se hacen ciegos ante una triste realidad global.
Seguirán las favelas, seguirán las periferias, seguirán las miserias en un mundo de selecta opulencia, en un mundo donde el “Animalismo Humano” se olvida cada día de su hermano. Seguirán los genocidios, seguirán los desprecios étnicos, seguirá el odio y las guerras; seguirá el hambre saciada de los que ostentan el poder a costa del sufrimiento de niños, que si no mueren de hambre mueren de sed; que si no mueren por el olvido, mueren por el simple hecho de nacer…
Seguirá el Fútbol, opio del pueblo, privilegio del pobre, manjar del rico. Seguirán las eliminatorias vendando nuestros corazones; seguirán los fichajes multimillonarios, poniendo su sello en los ojos del justo; seguirán las “súper-ligas” cerrando los oídos a los gritos de tanta miseria; y la boca del profeta, callará esta vez, para dar nuevamente un grito apasionante del poderoso e idolatrado ¡Gol! ¿Qué es lo que quedará después...?