lunes, 14 de septiembre de 2015

"La ironía de la independencia en El Salvador"


Es bonito ver los desfiles, con sus vistosos colores donde sobre salen el azul fuerte de “nuestro” cielo y “nuestro” mar, junto al blanco de “nuestra” paz… significados del símbolo patrio que es nuestra bandera nacional. Y qué decir de las bandas de paz, sonando sus tambores y entonando sus trompetas, que marchan por las calles haciéndolas temblar con su algarabía; sin embargo, la participación de los actos cívicos, demuestra la religación del hombre con su patria, como forma trascendental hacia un ideal utópico, es la religión cívica del hombre, con sus discursos cargados de eufemismos…

El Salvador como república, es la identidad patriótica que vincula jurídica, histórica y sentimentalmente al grupo extenso de seres humanos, nacidos dentro de un territorio previamente establecido. Es la patria que identifica al que nace en ella.

Ahora bien, el nacimiento de nuestra patria es lo que se conmemora en el 15 de septiembre, por lo tanto, es y debería ser, el día de nuestra identidad patriótica, no así el de nuestra independencia. Nada nace independiente.

No es la independencia, la que se debe celebrar; sino la constante lucha por obtenerla… podría ser, entonces, el día en que nace nuestra patria, pero hasta ahora, nunca el de nuestra independencia.

Monseñor Romero decía: "El mes de la independencia suena como a un sarcasmo en unas horas de tantas esclavitudes" (9 de septiembre de 1979). Hoy en día más que un sarcasmo se vuelve una ironía (en su sutil diferencia), celebrar la “independencia” cuando existe tanta incongruencia en nuestro país.

Obviamente, el beato habla con propiedad si tomamos en cuenta el contexto social de su época, en la cual se sometía por la fuerza al pobre, al campesino, al obrero; pero, sin mucha diferencia como se hacía para establecer las colonias españolas en una patria indígena de chortis, pipiles, ulúas, chorotegas, también nonualcos, tepezontes, etc. a la que también se le sometió por la fuerza frente a la resistencia de estos valientes pueblos guerreros.

Siglos más tarde, nos vino la llamada “independencia” de los criollos, españoles nacidos en nuestra tierra indígena, que en ese 15 de septiembre de 1821, terminaría abortando, jurídicamente, a nuestra patria indígena, convertida en colonia extranjera, y dando a luz a la patria salvadoreña del líder criollo Manuel José Arce y compañía… convirtiéndose entonces en una patria de oligarquía local.

Son 194 años de luchas populares, buscando la verdadera independencia, luchando contra la injusticia, luchando contra la desigualdad, luchando contra la manipulación social, luchando contra la esclavitud del engaño ante la ignorancia, contra la esclavitud de la indiferencia ante la miseria, contra la esclavitud económica ante el consumismo y la corrupción. Se vuelve entonces, una ironía celebrar la “independencia” en medio de tanta esclavitud…

Irónicamente entonces, el 15 de septiembre es una fecha que sirve para celebrar lo que no sentimos, para conmemorar lo que nuca hemos sido y para recordar lo que no tenemos. “La independencia” ¿De qué?

Seguirán los desfiles a pasos gigantes, las trompetas y los tambores anunciando lucha y dignidad, ¿Cómo afrontar esta realidad, sin olvidar que es una constante lucha por la independencia? será que en las instituciones educativas o en nuestros hogares ¿Se enseña a luchar por ella?

Es una Ironía celebrar la independencia cuando existe tanta incongruencia en nuestro país. En vez de celebrarla deberíamos aprender a lucharla…

¿Se puede celebrar cuando la patria sangra por la violencia?

¿Se puede recordar en una sociedad que enseña el olvido?

¿Se puede conmemorar la independencia naciendo esclavizado?

¿Se puede honrar lo que no se tiene?

¿Puede haber independencia en medio de tanta manipulación?

 

“No solo con la fuerza se puede dominar, sino también con el engaño”.