UNA MISMA IGLESIA
Después de la participación en nuestra celebración católica un día domingo nos dirigimos con mi familia a otra celebración ocasional: dar gracias por un año más de vida, de una compañerita de mi hija menor. La pequeña estaba cumpliendo sus primeros cinco años y sus padres se lo celebraron ese día, primero con la acción de gracias en Misa y luego con la respectiva piñata en un local de comida rápida de la ciudad.
Los padres de la niña son muy católicos pues son coordinadores de un grupo de colaboradores en la iglesia, ellos pertenecen a una comunidad llamada Misioneros de Jesús; me llamó la atención algo que paso en nuestra mesa y es el hecho de que una de las amiguita de mi hija, pertenece a otro tipo de fe, fuera de la iglesia católica, estuvimos sentados y platicando con la mamá de ella mientras las dos niñas encantadas y entretenidas con los juegos del local, se divertían disfrutando de la fiesta, la madre de esta niña con mucha seguridad y entrega hablaba de la iglesia a la que asiste, hasta cierto punto dijo algo que me incomodó, al hacer una comparación entre los pocos colegios laicos de buena calidad y los muchos colegios católicos que existen en el país: “los colegios católicos son muy buenos pero pueden confundir a los niños” (haciendo referencia a la fe), por no amargar el momento dejamos pasar el comentario haciendo una pausa y cambiando el tema, pues en realidad ella es libre de pensar como más le guste. Cuando sirvieron la mesa, no pude dejar de notar como hizo su oración de gratitud por los alimentos y se comporto como una verdadera cristiana, cosa que a muchos católicos nos falta.
Fuera del comentario, es una persona muy agradable que defiende su fe con su comportamiento y trato a los demás, procuraba que la niña no olvidara sus oraciones y compartiera sus alimentos si alguien se quedaba con cara de hambre.
Al observar esta escena me di cuenta que los cristianos fuimos divididos por los intereses personales de unos pocos; sin embargo, el mismo amor y entrega se puede encontrar en los que verdaderamente amamos a Cristo, sin seguir a hombres o costumbres.
DIOS pone su mirada en nosotros cuando nos abandonamos en sus brazos, con la convicción que es él, el único ser que nos ama sin ver esas divisiones que hemos creado. DIOS está muy pendiente de cómo nos amamos unos con otros, pues a él lo encontraremos siempre en el amor al prójimo.
En realidad es un único amor en todas las iglesias cuando nos referimos a un “DIOS AMOR” (1Juan 4,7-8) por lo que debemos aprender a respetarnos, pues evangelizar es dar a conocer este amor, no así diferenciarlo.
Con tanta iglesia deberíamos terminar en una simbiosis teológica que promueva un dialogo con el amor único omnipresente, en vez de concluir en un mundo disputado por la diversidad de corrientes, que al final casi sin quererlo o sin darnos cuenta, nos separan de la esencia de DIOS.
Debemos estar claros en lo que DIOS quiere mediante su palabra y enseñanzas para no ser presas de los engaños del enemigo, que en un principio pareciera darle resultado la estrategia de dividirnos, pero que solo el tiempo estará encargándose de demostrar lo contrario, pues el amor que profesa un verdadero cristiano, es el mismo en todos los ambientes. Este enemigo que ya fue derrotado en la cruz y que trata de apartarnos de nuestro regalo de salvación, alejándonos y dividiéndonos entre hermanos, no logrará su objetivo, siempre y cuando estemos unidos por el amor en Cristo que es el que nos fortalece.
Amamos al mismo ser y adornamos ese amor de muchas maneras sin salirnos de sus principios, mientras mantengamos estos principios, demostraremos que seremos una sola iglesia pues nos dejamos guiar por una sola cabeza que es Cristo (no está demás decir hay que evitar perder la cabeza).
Por lo demás no veo lejos el día y exhorto a los que leemos esta nota a que podamos compartir una misma fe, adorándolo dentro de una sola iglesia sin diferencias; es un sueño que tengo y oro para que:
"Todas las iglesias separadas nos unamos nuevamente siendo movimientos apostólicos y compartiendo ese amor a nuestro redentor y salvador dentro de una sola comunidad y que ese día sea un día glorioso para el señor."