34° DOCTOR DE LA IGLESIA: “EL MAESTRO DE SANTOS”
SAN JUAN DE ÁVILA
“El Apóstol de Andalucía”, como muchos lo llaman, predicador y reformista del siglo XVI. Sacerdote diocesano y “columna de la iglesia” como lo definió otro de los grandes santos contemporáneos a él, Santa Teresa de Ávila.
Almodóvar del Campo ( Ciudad Real ) vio nacer a un santo, como si Dios quisiera manifestarse en él, pues fue para un 6 de enero en la fiesta de Epifanía del señor; el año no se conoce con certeza, pudo ser o bien en 1499 o 1500, lo cierto es que pasando del quinto centenario a su nacimiento, la doctrina de San Juan de Ávila toma mayor vitalidad gracias a la decisión del papa Benedicto XVI, en proclamarlo el 7 de Octubre del 2012 como el 34° Doctor de la Iglesia.
No solo la gente sencilla se deleitaba de su fervor, sus extraordinarios discursos, llenaban de motivación a muchos de sus compañeros sacerdotes quienes después de escucharlo quedaban maravillados de su forma de predicar, bastaba con presenciar sus misas para darse cuenta de la profunda espiritualidad que debía tener un sacerdote. Fundo a lo largo de su vida más de diez colegios sacerdotales esparcidos por su querida Andalucía, dejo un valioso escrito dirigido al concilio de Trento, en los que hace ver la necesidad y la forma de fundar seminarios para una verdadera reforma de la iglesia y sus clérigos; fue amigo, confesor y guía espiritual de renombrados santos del siglo de oro, como San Francisco de Borja, San Juan de Dios, Santa Teresa de Jesús, San Pedro de Alcántara y San Ignacio de Loyola, entre otros de espíritu tridentino y así bien ganado su título de “maestro de santos”; por todo esto y más el Papa Pio XII lo declaró patrono del clero secular español en 1946.
Siempre hasta el día de su muerte, reflejó su amor a Dios sin apartarse de la necesidad de los hombres, pedía mucho por los enfermos a los que, por su dolorosa condición (enfermo de su arduo trabajo) comprendía muy bien y los aconsejaba: “Amigo mío, no examinéis lo que haríais estando sano, sino contentaos con ser un buen enfermo todo el tiempo que Dios quiera. Si es su voluntad lo que buscáis, ¿qué os importa estar sano o enfermo?” y es que el mismo oraba cuando sus dolores aumentaban“Señor mío, crezca el dolor, y crezca el amor, que yo me deleito en el padecer por vos”. Contemplando y abrazando su crucifijo murió santamente diciendo “Jesús, María” el 10 de Mayo de 1569.
Beatificado por el Papa León XIII el 15 de Abril de 1894.
Canonizado por el Papa Pablo V el 31 de Mayo de 1970.
Doctor por el Papa Benedicto XVI el 7 de octubre de 2012.
Sus restos descansan según su propia voluntad en la iglesia de la compañía de Jesús en Montilla, convertido en santuario y centro diocesano, es motivo de peregrinación, así como la modesta casa que albergó en sus últimos años, al maestro de santos como dice en su epitafio.
Es el 4° santo español declarado doctor de la iglesia a esta fecha junto a San Isidoro de Sevilla, San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Ávila.
Este 7 de Octubre del 2012 en la Plaza San Pedro del Vaticano, el Papa Benedicto XVI después de haberlo anunciado en Agosto del 2011 para la Jornada Mundial de la Juventud hizo la proclamación oficial, junto a Santa Hildegarda de Bingen también proclamada este día (de origen alemán y que en otra publicación hare reseña). Con ellos son ya 35 los Doctores de la Iglesia Universal quienes servirán de guía para la defensa de la fe cristiana, la formación y la vida espiritual de todos los fieles; con sus ejemplos de vida nos muestran una ruta humanamente posible para alcanzar la plenitud en Cristo.
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