EDUCACIÓN en VALORES
Para hablar sobre lo que entendemos por educación en valores, primero debemos comprender bien, ¿Qué son los valores? Pues como su palabra lo dice, es algo que tiene un significado (un valor) para el ser humano, es un bien que responde a las necesidades o aspiraciones humanas; de este punto partiremos al decir que un valor, cobra mayor importancia en cuanto logra mayor utilidad para el hombre y por cuanto puede alcanzar su felicidad.
El valor es un elemento que integra al ser humano a la sociedad, buscando la convivencia sana y armoniosa con todo lo que lo rodea; la educación, el trabajo, el ámbito religioso, los vecinos y la familia, son fundamentales para la transmisión de estos valores y la mejor forma de hacerlos es practicándolos.
“Las palabras convencen pero los ejemplos arrastran”, señala un dicho popular, pues el saber mucho de justicia por ejemplo, no quiere decir que seamos justos… de lo anterior podemos notar que la ausencia de valores en nuestra sociedad es porque no se practican. ¡Quién no conoce el significado de la paz, la honestidad, la libertad, la caridad, la bondad, la nobleza, la sinceridad, la gratitud, el perdón, la compasión, la amabilidad, el respeto, la responsabilidad…! Si comenzamos cada uno de nosotros, practicando los valores que conocemos, respiraremos un ambiente distinto.
Particularmente la familia, se convierte en el principal vehículo de transmisión de valores, en ella es posible arraigarlos desde los inicio de la vida, ya que la personalidad del individuo y su proceso de socialización se logra en los primeros años; facultándonos como seres humanos a crecer en dignidad, recordando que el generador de todo valor es nuestro padre celestial que nos pauta a seguir y a no distorsionar, un modelo familiar que Dios mismo ejemplifico en la Sagrada Familia de Nazaret.
Que tarea más complicada se volvería, si desde nuestro propio seno familiar, distorsionamos nuestros propios valores humanos por no practicarlos, ¿Podríamos hablar a nuestros hijos o hermanos, del respeto y la paz, si al menor desacuerdo reaccionamos con impaciencia o agresividad? De esta forma, por pequeño que parezca el ejemplo, estaríamos predicando o educando, un anti valor por encima de un valor y lo veríamos reflejado, en la agresividad de quienes toman ejemplo, regularmente los más pequeños.
Es importante hablar, enseñar, discutir y reflexionar constantemente sobre valores; pero más importante es practicarlos. Educar en valores significa practicar lo que sabemos de ellos, un buen comienzo es, el lugar en que nos encontramos, un salón de clases por ejemplo, el lugar donde trabajamos, el bus, la cafetería, nuestra comunidad, etc. Recordemos que siempre hay alguien que nos está observando y aunque no digamos nada, nuestros actos son el reflejo de lo que somos.
Los valores se transmiten en la calidad de nuestras relaciones con las demás personas.
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